Perdóname si he errado
al desterrarte en el "olvido".
Aun no sé cuando,
ni donde tampoco,
pero sé que volveremos
a vernos otra vez.
Igual de fugaz
que la noche cuando oscurece,
nuestro amor anocheció
en nuestros corazones
para amanecer y dar la vuelta.
Duele saber que
nunca llegaré a besar tus labios,
y que no llegué a acariciar tu cuerpo.
Tampoco tú pudiste abrazarme,
o si quiera arrullarme.
Pero los días pasan,
y nuevas noches llegan,
con diferentes lunas,
a veces sin ella,
pero como todos los meses
los ciclos se repiten.
Tranquila voy contando los días
que distraídamente arremeten mi tormento.
Que de la noche a la mañana,
la luna saldrá al amanecer,
que yo lo sé, porque no te olvido,
y que ese día volverá a nacer
lo que aquella noche de verano
comenzó a ser.
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