Inutil mi intención
hallo,
pues si no sé por dónde
mis pies van pisando,
siento que en fango
me hundo.
Inerte mi cuerpo,
que movido por las voces
busca un atisbo
de esperanza,
esperanza huidiza,
esperanza que me falta.
Todos confluyen veloces,
peces que nadan
en dirección acertada,
y yo, pobre anfibio,
que no encuentro mi lugar
ni dentro
ni fuera.
Cangrejo que ando
al revés,
y ve que todos al derecho van,
y por mucho que lo intento,
aun no soy igual.
me gusta mucho, la metáfora del fango es muy buena, me recuerda a Baudelaire y esas flores del mal, y ese ser anfibio que no termina de adaptarse es un pariente lejano del Albatros del mismo autor.
ResponderEliminarMe gusta mucho.
^-^ procuro partir de lo que ya he aprendido y me gusta, intentando crear un poco mi estilo, aunque ciertamente aún es algo pobre, pero todo es cuestión de indagar un poco más a cada momento.
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